La instalación, una de las más emblemáticas de la División, continúa siendo un eslabón esencial en la cadena logística de Codelco, asegurando el suministro de materiales que permiten la continuidad de las operaciones.
Con orgullo y sentido de pertenencia, trabajadoras, trabajadores y autoridades divisionales conmemoraron los 111 años de la Bodega “Km6”, uno de los hitos históricos de Chuquicamata y pieza clave en la operación logística que sostiene la productividad de la División.
Durante la ceremonia, los asistentes destacaron el legado de generaciones que han trabajado en el lugar, consolidando una gestión que combina tradición, experiencia y modernización tecnológica.
“Han pasado generaciones por esta bodega. Aquí han trabajado muchas personas, hombres y mujeres que han dejado huella y contribuido a que Chuquicamata sea hoy un referente mundial de la minería”, señaló Héctor Maluenda, supervisor de Abastecimiento.
El gerente de Administración de Chuquicamata, Carlos Mella, resaltó la relevancia histórica y estratégica de la instalación. “Este aniversario nos llena de orgullo, porque aquí comenzó todo. Hace más de un siglo, la historia de Chuquicamata empezó a escribirse desde esta bodega. Su función es vital: somos quienes aseguramos el flujo continuo de materiales a toda la operación, un eslabón indispensable en la cadena de valor de la División agregó el ejecutivo.
Por su parte, el gerente corporativo de Logística, Bodegas e Inventarios, Pablo Geisse, destacó el peso operativo de la instalación dentro de la Corporación, ya que la Bodega «Km6» ha sido, históricamente, una de las más grandes de Codelco. Es la encargada de custodiar los repuestos y materiales críticos de toda la División, una de las más extensas y complejas del país. Su envergadura y trayectoria la convierten en un referente logístico a nivel corporativo”
En estos 111 años, la bodega ha evolucionado incorporando herramientas digitales, nuevos sistemas de control y procesos de mejora continua, que fortalecen su rol dentro de la cadena logística de Codelco.
Más que una instalación, representa un legado vivo: el testimonio del compromiso, la disciplina y la excelencia de las personas que, generación tras generación, han hecho posible que Chuquicamata mantenga su liderazgo en la minería mundial.
